¿Sabías qué...?
La reliquia de San Telmo. Una propuesta a considerar.
En el "Manual del Cofrade" L. Carlos Vallejo, su autor, nos facilita varias referencias históricas datadas en el Siglo XVIII, que tienen que ver con la Reliquia de San Telmo que todos conocemos. Las resumo manteniendo en lo posible el lenguaje original.
La primera , 15 de Febrero de 1742.
Llega a Frómista la noticia de la canonización y aprobación del culto inmemorial con que se veneraba a San Telmo , por el decreto del Papa Benedicto XIV del 10 de Enero de ese año.
Con tal motivo, se produce en Frómista un estallido popular de alegría, "por el gozo con que se recibió y causó esa noticia". Repiques de campanas, hogueras por las calles, toque de tamboril , novena, procesiones, danzantes, bailes… y más tarde, en Septiembre, unas fiestas con misa mayor, comedias, mojigangas, danzas de los estudiantes de la villa y hasta dos corridas.
La segunda, 19 de Octubre de 1742
Terminados dichos festejos , el pueblo expresó su deseo de lograr alguna reliquia de San Telmo. Informado el Cabildo de Palencia, envía de inmediato a dos personas de confianza, portando cartas dirigidas al Cabildo de Tui en solicitud de reliquias.
Felizmente logran sendas reliquias , una para Pelencia y otra para Frómista, emprendiendo seguidamente viaje de regreso a la capital.
Tras unos días de estancia y culto en Palencia. por fin, al anochecer de dicho día 19 de Octubre, llegó la reliquia a Frómista ,por lo que cuentan las crónicas, acompañada por una gran multitud que, además de algunos eclesiásticos y autoridades, había salido a recibirla camino de Piña, hasta cerca del río, con hachas encendidas.
En la puerta del Grajal estaba preparado un altar , pero no fue fácil entregar la reliquia por el concurso y tropel de gente allí congregada. Finalmente , entregada al cura y cabildo allí presente, se formó una procesión con gran número de gente , muchos con velas en las manos y hogueras por todas partes.
Se bajó por la Calle Francesa, desde las puertas del Grajal a la Plaza, desde allí al Castillo y luego se retornó a San Pedro por la calle que mira a las puertas de sol de la Iglesia, colocándose en ella altar y tabernáculo.
No se pudo dar a adorar la reliquia aquella noche, por el tumulto de gente y por ser ya una hora muy avanzada.
Esto es lo que relata el Manual del cofrade, tomando referencia de la escasísima documentación referida a la época, actualmente desaparecida o en paradero desconocido.
Sorprende que en 1819, al producirse la única fundación de la Cofradía de San Telmo de la que se tiene constancia, en ninguno de los 19 capítulos de sus Estatutos se haga referencia a la reliquia, pese a que en no pocos de ellos se describen ceremonias y actos de obligado cumplimiento para la Cofradía y los cofrades. Ya habían pasado 77 años desde la llegada de la reliquia a Frómista.
Más llamativo –incluso sorprendente- resulta la sensación de que, tras la enorme conmoción vecinal que se organizó con motivo de la llegada de la reliquia de San Telmo, esta haya pasado casi tres siglos en el ostracismo , escondida o depositada quién sabe dónde , saliendo a la luz una vez al año, con motivo de las Fiestas patronales.
Actualmente se la puede ver el en museo parroquial, aunque más certeramente podríamos decir que , en la mayor parte de ocasiones "pasa desapercibida" a los visitantes.
Una propuesta a considerar
Han pasado nada menos que 272 años desde lo que la única crónica conocida cuenta de cómo vivieron ese acontecimiento nuestros antepasados de Frómista y de los pueblos vecinos.
Estamos en el siglo XXI. Otros tiempos sin duda. Otros modos y otras costumbres. Ahora lo religioso forma parte del albedrío personal, con independencia de la todavía enorme influencia pública que la Iglesia Católica mantiene en muchos órdenes.
No obstante, hay cuestiones que entremezclan lo sacro y lo profano, lo religioso y lo cultural, dando respuesta a la pluralidad y al respeto, necesario en todo colectivo o comunidad. Este podría ser uno de esos casos.
¿Por qué no poner en valor un hecho singular como es el nacimiento de un Santo de dimensión histórica universal en nuestro pueblo ? ¿Por qué no sacar partido al patrimonio artístico, cultural y religioso en interés general? ¿Por qué no potenciar la arquitectura de un templo, San Pedro, en conjunción a una figura como San Telmo?
Recientemente el Abad de la cofradía nos ha propuesto exponer la reliquia de San Telmo en un lugar más visible.
Ello posibilitaría hacer foco en San Telmo , señalar la imaginería existente y a la vez informar a los numerosos visitantes de San Pedro acerca de ese hecho singular que mencionaba : nacimiento, trayectoria, figura histórica de nuestro Santo.
Paralelamente cofrades y vecinos, podrían tener un motivo más de honrar a su Patrono, depositar unas flores o elevar un deseo o una plegaria.
Cultura y devoción en conjunción, para poner en valor esta singularidad de Frómista, como atractivo cultural y turístico, en beneficio de todos.
Es una realidad que muchas personas forasteras –peregrinos o turistas- entran en San Pedro, bien para ver el museo bien para asistir a alguno de los conciertos de órgano habituales en período estival. La gran mayoría se van desinformadas de ese hecho singular de la figura de San Telmo, porque no hay una acción específica que lo haga posible.
Es verdad que la imagen del Santo preside el retablo, pero nada llama la atención, y el hecho de dimensión histórica que vincula a San Telmo y Frómista pasa desapercibido para casi todos.
Creemos que estamos ante una propuesta muy interesante, que habrá que tomarse en serio y poner en valor. La Cofradía y la Parroquia están llamadas a dar solución a esta carencia cultural de nuestro pueblo.